Apuesta por la calidad

Era inevitable: tarde o temprano Torrelodones tenía que tener su propio Centro Comercial, al igual que ha ocurrido en municipios vecinos, como Las Rozas, Majadahonda o Villalba. El imparable afán consumista al que estamos abocados no podía tener otro fin. En lo que respecta a las consecuencias que acarreará el nuevo "Espacio Torrelodones", podemos encontrar aspectos positivos, como el aumento de los ingresos para las arcas municipales y la diversidad de oferta comercial con que contaremos sin tener que desplazarnos en exceso. Los reclamos principales del centro son la moda y la restauración, mientras que se descarta la inclusión de cines o bares que ayuden a suplir la carencia de alternativa de ocio que padecen los jóvenes de nuestro entorno. Por su parte, los comerciantes tienen toda la razón en mirar con recelo la gran estructura que se nos viene encima: un espacio que contará con más de noventa locales supone un atractivo de difícil competencia. Es obligación del Ayuntamiento interceder por los pequeños comerciantes para facilitar su inserción en el Centro a quienes así lo deseen, así como potenciar sus negocios no poniendo trabas al desarrollo de su trabajo (aparcamiento de pago, obras prolongadas...). No han de temer en cambio los pequeños comerciantes que ofrecen sus servicios en el pueblo: fruteros, panaderos o carniceros seguirán siendo tan necesarios como siempre, o más dado el aumento del número de viviendas que está suponiendo el desarrollo del Área Homogénea Sur. Es hora, por tanto, de respaldar la calidad que nos ofrecen nuestros comerciantes locales, calidad del producto y calidad de la atención - personalizada y cercana -, que nunca podrá ser comparada con los ofrecimientos de las grandes firmas.