Del fútbol de Torre al Espanyol de Barcelona

Tenía 15 años cuando comenzó en el sub 16 e hicieron entre todas una época brillante porque cada año ascendían de categoría hasta llegar a la segunda división de la Liga Nacional. Este año es la cuarta temporada que el equipo femenino de Torrelodones se mantiene en esta categoría. Fue también la capitana durante cinco años, elegida por votación de sus compañeras.

Paloma siente verdadera pasión por el fútbol, terminó la carrera del INEF (Instituto Nacional de Educación Física) y recuerda “los años increíbles” en el Torrelodones donde sus compañeras eran sus mejores amigas. Cuando su entrenador, Santiago García fue fichado por el Espanyol, él la recomendó y al ser propuesta aceptó y se fue a vivir a Barcelona. Paloma cuenta que está al mismo nivel de sus nuevas compañeras y que ya están iniciando la Liga donde se han propuesto estar entre las ocho primeras.

El fútbol femenino solo lleva diez años despuntando en España y por lo tanto muy retrasado respecto a otros países como Alemania, Suecia o EEUU. Es por todos sabido la falta de apoyo y visibilidad que tienen las chicas en este deporte porque es una realidad que no hay patrocinadores ni inversores que se fijen en ellas- no así en el masculino- ni hay tradición en la afición y esto resulta frustrante y dice “las victorias de los chicos tienen mucha más repercusión” y así, ni la sociedad ni los medios ni los patrocinadores hacen verdadera justicia. Aunque dice Paloma que en Bilbao llenaron un pequeño estadio con unas 700 personas, en el Espanyol llegan apenas a 100 o en Torre unos 50 que son finalmente los familiares y amigos. Este año en el Club de fútbol de Torrelodones están haciendo avances para igualar el trato con las ayudas económicas que dan a sus jugadores y jugadoras- aunque la crisis también ha nivelado a los dos sexos- solo hay dinero para el transporte y primas por partidos ganados donde los chicos tienen que estar entre los tres primeros equipos y las chicas pueden recibirlas si están a mitad de clasificación.

A pesar de ser un panorama discriminador, Paloma que es un modelo de superación quiere enviar un mensaje a las chicas que les guste practicar el fútbol y dice que “al menos que se diviertan y luchen por lo que les guste, algún día quizás conseguiremos que se nos reconozca”.