Sin embargo, con perseverancia y pasión, el Club ha logrado lo que parecía imposible: no solo recuperar su equipo femenino, sino hacerlo competitivo al máximo nivel. Cuatro jugadoras del anterior equipo decidieron no rendirse y, junto a varias canteranas que ascendieron desde el equipo junior, apostaron por el proyecto. Alejandro García y Alberto Swat, entrenadores del equipo, se pusieron manos a la obra para reclutar nuevas jugadoras, contactando con exjugadoras y deportistas de otros clubes que vieron en la propuesta una oportunidad única.
El equipo recibió un impulso inesperado con la llegada de Carolina Hernández y su empresa Mimosa Estética Avanzada, que se convirtieron en patrocinadores, aportando recursos clave para el desarrollo del equipo.
Hoy, este grupo de 15 jugadoras ha superado todas las expectativas, logrando una racha de 10 victorias y solo 3 derrotas, colocándose en el segundo lugar de la clasificación. Su esfuerzo y compromiso les han asegurado matemáticamente un puesto en los playoffs de ascenso, que comenzarán en abril. Cuando aún quedaban varias jornadas de la fase regular, ya habían asegurado su clasificación para octavos de final.
Pero este equipo es mucho más que victorias y clasificaciones. La compenetración y el esfuerzo tanto dentro como fuera de la cancha han convertido a estas jugadoras en una familia. Su unión y pasión por el baloncesto las han llevado a hacer historia en el deporte femenino de Hoyo de Manzanares. Con un futuro prometedor por delante, estas jugadoras están destinadas a ser una de las grandes esperanzas deportivas del Club esta temporada.
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