Los entrenamientos, que se realizan dos veces por semana (martes y viernes), combinan físico, tecnificación y táctica, abarcando tanto a jugadoras como a porteras. Además, cada jornada se prepara minuciosamente el partido en función del rival, analizando sus puntos fuertes y debilidades.
La plantilla cuenta con jugadoras de gran nivel, algunas de ellas convocadas por la selección madrileña y con experiencia en Nacional (División de Plata). Asimismo, el equipo presume de tener las porteras menos goleadas de la liga, un dato que refleja el esfuerzo colectivo en defensa. Sin embargo, más allá del talento individual, las jugadoras destacan que el verdadero éxito radica en la unidad del grupo, el compromiso con el club y el apoyo mutuo tanto dentro como fuera de la cancha.
Tras finalizar en primera posición en la fase de grupos, el equipo sigue liderando en la fase de ascenso, demostrando su capacidad competitiva y su hambre de victoria. Pero más allá de los resultados, la visión a largo plazo del club es clara: consolidar el equipo, fortalecer los valores que representan y seguir creciendo a nivel deportivo.
Uno de los grandes sueños es la creación de una cantera femenina, para fomentar el fútbol sala entre niñas y jóvenes y convertir al club en un referente en la Sierra. Este ambicioso proyecto no sería posible sin el apoyo de su principal patrocinador, Cobiosa, cuyo respaldo permite que el equipo siga compitiendo y reduciendo los costes federativos.
“El fútbol sala es mucho más que un deporte para nosotras. Es trabajo en equipo, compañerismo, esfuerzo y aprendizaje. Queremos transmitir estos valores a todas las niñas y niños que empiezan a jugar en el club”, destacan las jugadoras.