El 19 de febrero de 1940, Anastasio Moreno, junto a otros concejales de Galapagar y a Antonia Torre Yela de 19 años, fue fusilado en las tapias del Cementerio del Este, donde fueron fusiladas más de 3.000 personas entre 1939 y 1945.
“No fue la guerra, no fue el destino. Fueron ejecutados por un régimen que odió la libertad y temió la voluntad del pueblo. Pero fracasaron. Porque los mataron, sí, pero no pudieron borrar su legado ni acallar sus ideales. Fueron elegidos por sus vecinos, representaban la voluntad popular, trabajaban por un municipio más justo. Y por eso los fusilaron”, afirmaba este domingo durante el homenaje Alberto Gómez, secretario de Memoria Democrática del PSOE Madrid y secretario general del PSOE de Galapagar.
“En este 85 aniversario, "queremos señalar que la democracia se honra recordando a quienes la defendieron hasta las últimas consecuencias”, apuntaba Alberto Gómez, quien reafirmó el compromiso de su partido con la Memoria Democrática y pidió el reconocimiento público de quienes fueron asesinados por defender la voluntad popular. “Su historia debe ser contada, sus nombres no pueden ser borrados y su dignidad debe ser reparada”, aseguró.