Los vecinos organizaron el pasado 29 de octubre una reunión en un restaurante de la Colonia en la que se mostró el rechazo vecinal al proyecto. Un encuentro multitudinario que ha contado también con el respaldo muchos comerciantes de la Colonia. A la reunión acudieron los portavoces de Vecinos por Torrelodones, VOX y PSOE, quienes públicamente se comprometieron a votar en contra del proyecto. No acudió el concejal de Urbanismo, Antonio Iraizoz, pese a haber sido formalmente invitado.
Los vecinos han argumentado que actualmente, en el lugar donde se ubicarían el aparcamiento y la plaza, “existen pistas de baloncesto y fútbol, profusamente utilizadas por niños y jóvenes, que serían trasladadas al fondo del parque, lo que afectaría a residentes de la zona y podría traer consigo problemas de seguridad, al tiempo que eliminaría al menos parcialmente otras pistas deportivas”, según recogen en un comunicado.
“Se trata de una inversión millonaria, que no resuelve ningún problema y sí crea otros muchos referidos a la seguridad, a la contaminación acústica, a la pérdida de espacios verdes y un largo etcétera, aparte de problemas jurídicos que podrían dar lugar a los correspondientes recursos ante los tribunales de Justicia”, señalan.
Los vecinos niegan que exista un problema de aparcamiento en la zona. “Bastaría con que se vigilara la ORA para garantizar rotación en Jesusa Lara y que se construyera el prometido, desde hace 16 años, parking en la Estación”, señalan. También niegan que este aparcamiento figurara en el programa electoral del PP, “pese a que supuestamente quedaría implícito en el compromiso de 1.000 plazas de aparcamiento en el conjunto de Torrelodones o en la promesa de una sorprendente ‘solución definitiva’ al parque”. Recuerdan que la existencia de una plaza en el recinto del parque “ya fue rechazada con casi 3.000 firmas en 2016 en el contexto del Plan de Revitalización de la Colonia, por lo que nadie entiende que se plantee de nuevo”.
Los vecinos han negado que exista cualquier tipo de motivación política en su oposición al proyecto. “No hay ningún tipo de motivación política y sí el deseo de mantener un estilo de vida que puede verse profundamente alterado por los planes del Ayuntamiento”, han indicado.