Los asistentes han podido presenciar una exhibición de vuelo, aterrizaje y descarga de agua de los helicópteros que han simulado una intervención de extinción de incendios forestales para la que han recibido el apoyo de retenes especialistas y más de 70 alumnos de la escuela de formación de bomberos Vigiles de Brunete, jóvenes que estudian para formarse como Técnicos de Emergencias y Protección Civil (FP grado medio) y Organización de Emergencias (FP grado superior).
Con esta actividad se ha querido un año más destacar el grave impacto que los incendios causan en el medio ambiente, en la importancia de su prevención y en el relevante papel de los medios aéreos y de las brigadas terrestres para combatirlos.
“La mano del ser humano está detrás de un altísimo porcentaje de los incendios que se producen, ya sea como consecuencia de una negligencia o de forma intencionada”, ha señalado el presidente de ATAIRE, Eduardo Consejo, quien considera fundamental “que los más pequeños sepan que, con sus acciones, también pueden proteger el patrimonio natural, que es de todos, ya que el mejor incendio es aquel que no se produce”.
Por eso, como anticipo a esta jornada, pilotos y técnicos medioambientales se han desplazado a siete colegios de localidades de la Sierra para realizar con los alumnos talleres de sensibilización respecto a los incendios forestales.
Después del simulacro de extinción, los helicópteros han tomado tierra en la Dehesa, que ha abierto sus puertas para que los escolares y los vecinos presentes pudieran acercarse a las aeronaves, hacerse fotografías y hablar con los pilotos.
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