Esta nueva regulación sustituirá la autorización administrativa por la declaración responsable, y responde “a la necesidad de adaptarse tanto a las rápidas transformaciones que el sector está experimentando como a los nuevos modelos turísticos”.
Entre los objetivos, se encuentra recoger la nueva modalidad de áreas de acogida y pernocta de autocaravanas, vehículos camper y similares para que estos se ubiquen en lugares apropiados a sus características y necesidades, así como adecuarlo a las nuevas tendencias de la actividad, centrada ahora en bungalows y casas móviles prefabricadas.
Se simplificará el sistema de clasificación de las categorías. De este modo, se pasará de los distintivos L, 1 o 2 con las estrellas correspondientes, a un sistema únicamente de estrellas. Además, nace el glamping, una especialidad que cubrirá un nuevo tipo de demanda turística y que combina los servicios clásicos de un camping con los de un hotel de lujo.
En la región hay un total de 21 campamentos turísticos, terrenos debidamente delimitados y acondicionados con los servicios e instalaciones, según su categoría, para su ocupación temporal por personas que pretendan hacer vida al aire libre con fines vacacionales.