El primer autobús llegó en 1924, cuando Marcos de Castro adquirió un Latil, el primer autobús de combustión que llegaba a la comarca, con 14 plazas. La siguiente generación, compuesta por Julián de Castro y Conchita Sanz, se hizo cargo de la empresa en los años 50 y empezaron a llegar hasta la plaza de Ramales, en Madrid. También fueron ellos los que implantaron la filosofía de que cada viajero es un amigo.
Entonces la frecuencia era de cuatro viajes diarios, una cifra que contrasta fuertemente con los casi 500 servicios diarios actuales y 181.000 anuales que realizan sus autobuses, que actualmente conectan los municipios de Las Rozas, Majadahonda, Collado Villalba, Galapagar, Torrelodones, Valdemorillo, Colmenar del Arroyo, Villanueva del Pardillo, Colmenarejo y Navalagamella entre sí y con Madrid a través de 16 líneas. El primer autobús híbrido se adquirió en 2013, hasta alcanzar las 25 unidades actuales, a los que se sumarán otros 10 en este 2034 y 10 más al año que viene.
Aunque uno de sus autobuses más conocidos ni siquiera está en las líneas discrecionales. Hace diez años, con motivo del Centenario de la Compañía, restauraron un autobús histórico Hispano Suiza, que desde entonces ha aparecido en películas y series, como en ‘El Secreto de Puente Viejo’, así como en eventos en los que participa Julián de Castro.
Recientemente, la empresa celebraba un acto institucional en Torrelodones para conmemorar su 110 aniversario, con la presencia de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien alabó a Julián de Castro como “una compañía extraordinaria, protagonista de un trabajo ejemplar en un sector tan importante, ya que vertebra la Comunidad de Madrid. Representa los valores en los que creemos en Madrid, el esfuerzo, el trabajo bien hecho y la perseverancia”.
En ese mismo acto, Julián de Castro Sanz, actual presidente operativo de la Compañía, reflexionaba así acerca de la trayectoria de la Compañía: “miro para atrás y veo que la familia, los trabajadores, hemos hecho algo gordo. Hemos conseguido algo que no cabe en los planes de negocio, algo que son emociones. Por encima de los datos fríos están esos grandes logros. La satisfacción por el trabajo bien hecho, que no cabe en ningún plan de negocio, en ninguna economía de escala ni en ninguna tabla de Excel”.