Se trata de una hidrolimpiadora para que, a la vez que se recojan los enseres, los trabajadores puedan también limpiar los contenedores por fuera, la acera y el perímetro de los contenedores e incluso grafitis gracias al agua a presión.
De esta manera “no sólo se ahorran costes”, aseguran desde el Ayuntamiento, sino que se garantiza que los contenedores están siempre en perfecto estado. El objetivo es que se produzca un efecto llamada entre los vecinos, asegura la la concejal de Medio Ambiente, Paloma Lorenzo, de manera que con la imagen de un Galapagar más limpio “los vecinos incívicos se lo piensen ahora dos veces antes de tirar los residuos al suelo y opten por depositarlos correctamente dentro del contenedor”.