El rebaño, compuesto por alrededor de 1.200 ovejas y 300 cabras acompañadas por varios perros y dirigidas por Marity González, la mayoral encargada del viaje, se dirige a Palencia, donde pasarán el verano alimentándose y aprovechando las temperaturas más frescas que se registran en las zonas más altas, antes de regresar a Madrid en otoño para pasar de nuevo el invierno.
Este recorrido se hace anualmente y no sólo consiste en trashumar, también en reivindicar con ello la importancia de la ganadería extensiva y el pastoreo tradicional de nuestro país, gracias a la Asociación Trashumancia y Naturaleza, presidida por Jesús Garzón, y que cuenta en Guadarrama con la colaboración de numerosos vecinos entre los que destacan Ángel Ruiz Cazorla, Pilar Pozas, Enriqueta, Juanjo, Eugenio Pozas y Leonor Villazala.
Guadarrama es, desde 2016, localidad ‘Amiga de la trashumancia’, comprometida con esta práctica y con la importancia de la misma para el medio ambiente “puesto que no solo ayuda a mejorar la calidad de vida de los animales, sino que, además, contribuye de forma activa a la mejora del medio ambiente, ya que el paso de los animales permite que se transporten y depositen semillas, insectos, etc… que facilitan el intercambio genético de las especies y la mejora de los hábitats, también contribuye a mitigar el cambio climático, ya que fija carbono en el suelo, previene incendios en las veredas y contribuye a la producción sostenible de alimentos”, explican.