El objetivo de esta campaña es lograr el mayor número de donaciones tanto en alimentos, como en donación económica y hacer frente así a la coyuntura actual, en la que “con la actual situación económica y el encarecimiento de los alimentos, comer adecuadamente se ha convertido en un privilegio para muchos”, explican desde el Banco de Alimentos.
De hecho, la demanda de alimentos ha crecido un 40 por ciento respecto a 2019 “y se mantiene en el mismo nivel que durante los años más duros de la COVID-19”, recuerdan desde esta entidad, que defiende que su trabajo “es más necesario que nunca”.
Este año, para hacer frente a las necesidades detectadas, se recogerán donaciones tanto económicas como en especie. Los voluntarios del Banco de Alimentos estarán durante el fin de semana tanto a las puertas de Alcampo como de los establecimientos BM, Lidl, Ahorramás y Mercadona.
Todo el importe recaudado mediante la donación económica se dedicará a la compra de alimentos. El objetivo es conseguir 3.000.000 kilos de alimentos básicos para repartir entre las personas más necesitadas de la Comunidad de Madrid.