Según han explicado desde el Ayuntamiento, la instalación es de 54 paneles de 540 Wp, que producirán un promedio de 65.609,47 kWh anuales. Los fines de semana y festivos, cuando la Casa Consistorial permanece cerrada, la energía producida se utilizará para cubrir el consumo de la biblioteca.
Esta iniciativa ha surgido en el Consejo de Participación Ciudadana de Medio Ambiente y, en palabras del alcalde del municipio, Juan Carlos Rodríguez Osuna, “responde al compromiso medioambiental del Ayuntamiento refrendado en otras actuaciones llevas a cabo en los últimos años como la adquisición de coches híbridos, la adopción de iluminación led en las calles y edificios municipales o la contratación de energía exclusivamente proveniente de fuentes renovables”.
La instalación de placas, que se extenderá a otros edificios municipales, supone una importante reducción en la generación de emisiones contaminantes. La producción de energía renovable generada por la instalación evitara que 23.422,58 kg de CO2 sean lanzados a la atmósfera cada año, “lo que equivale a plantar 78 arboles anuales”, aseguran.
La instalación tiene una garantía de producción de 25 años, lo que supone un a reducción de 585.564,50 kg de CO2 (equivalentes a la plantación de casi 2.000 árboles) y un ahorro aproximado de 325.000 euros en la factura energética.