Miércoles 23 de abril de 2014
Unas treinta y cinco alumnas de danza contemporánea de Irene Martínez Mecha, de la Casa de la Cultura, aprendieron el pasado 25 de mayo que el baile no sólo hace bien al cuerpo; también al espíritu. Ésa fue su conclusión después de su actuación en el patio de la residencia Peñagrande, con la que entretuvieron a los ancianos. Muchos de ellos seguían el ritmo y se animaron a participar en un trenecito y a bailar en el escenario improvisado. Irene destacó la implicación y participación de sus alumnas en esta iniciativa.
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