Miércoles 23 de abril de 2014
El anuncio de técnicas aéreas de circo, con trapecios y elásticos en el espectáculo, había levantado una gran expectación entre el público, que esperaba algo así como un "Circo del Sol" en Torrelodones.
La obra, que se celebró en el Teatro Bulevar el viernes 23 de diciembre, se desarrolló con un humor sencillo, totalmente enfocado al público infantil. Narra la historia de unos angelotes (Angelines y Miguel Angel) que bajan de la nube con la intención de irse de vacaciones, pero Dios les detiene porque "falta un mundo por crear". Se ponen manos a la obra con el encargo del "Jefe", creando primero el mar y los peces, luego los continentes en forma de magdalenas y finalmente los astros. Tuvieron momentos álgidos, como cuando consiguieron que el público emulara las olas del "Mare Nostrum", pero cayeron en algunos tópicos poco pedagógicos, como presentar un África negra porque "se les había quemado", o aderezar Sudamérica con mucha salsa. Los niños, que eran mayoría en las butacas, quisieron participar más de lo que se les permitió. Al final de una actuación de dos horas, los angelitos se enamoran y deciden no irse de vacaciones, porque, ¿dónde van a estar mejor que en el cielo?
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