Miércoles 23 de abril de 2014
El objetivo era cumplir con la legislación vigente en materia de vías pecuarias y garantizar su conservación. Así, desde el 4 de octubre, el cordel de Hoyo ha quedado cerrado al tráfico de vehículos.
Y es que la ley de protección ambiental dice que las vías pecuarias constituyen un instrumento favorecedor del contacto del hombre con la naturaleza y de la ordenación del entorno medioambiental. Según fuentes municipales “se trata de una meditada decisión”. Se persigue, además, evitar los riesgos derivados del tránsito de vehículos a determinadas horas por una vía que no reúne las condiciones mínimas para el tránsito rodado.
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