Miércoles 23 de abril de 2014
A sus 78, Sara, es una lección personificada de energía, vitalidad y superación. Toda una vida dedicada a su familia, el trabajo y la pintura. Y cuando ya el tiempo es para uno mismo, una degeneración macular le hace perder la visión. De ésto hace dos años. Es entonces cuando se le plantea un nuevo reto: encontrar la manera de seguir expresando lo que siente y lleva dentro. Tiene que dejar los pinceles, cuyos trazos no puede precisar, pero encuentra una espátula, obteniendo los colores de las mezclas de óleos que guarda su memoria. El resultado: una pintura colorista en tres dimensiones que no deja indiferente a quien la contempla y que ella apenas ve.
“El alma sigue siendo joven, aunque se te vengan los años encima, se lleve un bastón y se pierda la vista” y eso nos quedó claro a los que tuvimos la suerte de ver algunas de sus obras, expuestas en Torreforum toda la primera quincena de octubre. Esta vasca, vecina de Parquelagos desde hace 18 años, llenó la sala de flores de buganvillas, jaras y amapolas, aunque no faltaron también hojas de otoño y paisajes, todos ellos rezumando una modernidad y sensibilidad destacables. “Entiendo que la pintura es como la música, o la llevas dentro o nada”. La pintura de Sara anterior a la degeneración macular era figurativa pero la enfermedad le dejó sólo con un veinticinco por ciento de visión central en uno de sus ojos. “No podía pintar como lo había hecho hasta entonces pues me era imposible precisar imágenes y dar sombras con un pincel pero me resistía a quedarme sentada frente a la tele. Opté por adaptar mi necesidad de expresarme a mi nueva situación. Encontré las espátulas y esta técnica dio lugar a un nuevo estilo”. “Yo no veo el resultado final de mis obras pero para eso cuento con mi hijo como asesor y crítico, ya que tiene un gusto artístico destacado. Y efectivamente, allí estaba José Luis, como maestro de ceremonias, apoyando a su madre a la hora de recibir a familiares, amigos y miembros destacados de la corporación municipal que quisieron acompañar a Sara el día de la inauguración. “Desde luego, ha sido un reto superar este impedimento que se me ha planteado en la vida. Ahora tengo todo el tiempo del mundo por delante. La exposición del año que viene la dedicaré al mar. Quiero pintar olas”. Allí estará Vivetorre, Sara.
Mara Martínez
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