Miércoles 23 de abril de 2014
El Colegio Público Nuestra Señora de Lourdes ha destacado en la “Prueba de conocimientos y destrezas” realizada a los alumnos de 6º de Primaria de todos los centros educativos – públicos, concertados y privados – de la Comunidad de Madrid. Por sus calificaciones, se ha situado en el noveno puesto de un total de 1.208 colegios y ha sido el único de toda la comarca de la Sierra en lograr un cien por cien de aprobados en matemáticas, un resultado que sólo han conseguido otros cinco centro de la región. Hemos aprovechado esta buena noticia para conocer más de cerca a Agustín Martínez, su director desde hace 23 años
Cuando no coge él mismo el teléfono de su despacho es porque está dando clase (en la que suele demorarse unos minutos de más charlando con los alumnos) o reunido con algún padre. Por su aspecto impone, parece un maestro a la antigua usanza, pero al hablar no puede evitar salpicar sus intervenciones con alguna carcajada contagiosa o alguna broma. Cercano y querido por padres, compañeros y las generaciones de alumnos que han pasado por su aula, predica la enseñanza de saberes y el orden personal. Con un discurso plagado de citas cultas, se declara seguidor de Comenius – considerado el padre de la Pedagogía en el s.XVI, impulsó la educación obligatoria para todos, basada en el desarrollo del conocimiento y buscando la motivación de los alumnos – , y como él luce su característica barba blanca.
Felicidades por los resultados de la prueba
Están muy bien, hemos quedado por encima de muchos colegios de prestigio y nos han felicitado desde el Alcalde de Torrelodones a la Viceconsejera de Educación de la CAM, lo que nos enorgullece. Es una prueba en la que estadísticamente no se contabiliza a los niños con necesidades educativas especiales; nosotros en el primer año que se realizó teníamos algunos que estaban en el límite pero sin diagnosticar, por lo que se metieron dentro del total, lo que bajó la media. El resto de años hemos salido por encima de la media y este año hemos salido muy bien por varios motivos: los niños eran buenos, estaban preparados... también hay un componente de suerte. Hay que valorar los resultados como lo que son, como un examen, en el que a veces se responde bien y a veces mal.
Hábleme del proyecto educativo de su colegio
Nuestro proyecto educativo pretende cierta exigencia en los resultados. El objetivo es sobre todo desarrollar la inteligencia, el nivel de abstracción, la memoria, la imaginación... es decir, las facultades intelectivas, que es para lo que vienen al colegio; también para desarrollarse afectiva y socialmente, pero eso corresponde más a la familia. .
¿Qué opina de la educación transversal?
Es un concepto que ha introducido una pedagogía que busca entretener a los niños, sin formarlos. Yo soy de la escuela de Comenius, partidario de la Didáctica Magna: hay que enseñarle todo a todos. Vamos a estudiar lenguaje, matemáticas, astronomía, zoología... todas las ciencias. Esto sirve para desarrollarse intelectualmente, para luego poder tener espíritu critico, inductivo, deductivo, analítico... Está bien que los niños practiquen las manualidades, pero a veces se abusa de unos conceptos que enmascaran la ausencia de un contenido científico. La pedagogía está para enseñar saberes.
¿Y dónde queda la enseñanza de los valores?
Para enseñar actitudes tienes un procedimiento y sobre todo algo muy importante, que es el ejemplo: el maestro tiene un comportamiento de respeto con sus alumnos. Lo que son respetables son las personas, porque no todas las ideas son respetables: hay ideas que son estúpidas, malignas, asesinas... Los que tenemos la tarea de educación tenemos que saber con quién estamos tratando, con niños. Importa mucho estar preparado.
¿Por qué no se han acogido al programa de bilingüismo?
No nos hemos acogido al programa voluntariamente. Cuando se estaba implantando, consistía en sustituir a muchos profesores generalistas e incluso especialistas por profesores de inglés. Creo que hay una generación que es la que manda que tiene complejo porque no ha aprendido inglés y ahora quiere solventarlo metiendo el inglés desde pequeños. El bilingüismo en muchas ocasiones genera problemas como dislexias, dislalias, disglosias..., claro que no soy especialista en filología ni en didáctica de los idiomas.
¿Cuál cree que es la mejor opción para la educación actual?
Creo que la alternativa está en los colegios pequeños, familiares, como éste, con una educación cercana en el sentido de un ámbito reducido, lo que favorece incluso la gestión. En los colegios muy grandes el papeleo te desborda. Aquí ni siquiera tenemos administrativo, tenemos un secretario que además es especialista en Música y tutor de un curso.
Lleva dos décadas en la enseñanza, ¿cree que los niños son ahora más indisciplinados?
Es cierto que ahora hay una preocupación de las familias por los niños que hace que estén superprotegidos, y puede llevar a una mala crianza, a consentir más de lo debido. También hay elementos que están desprestigiados por la propia dinámica de la vida actual, como puede ser la disciplina. Creo que los niños lo primero que tienen que aprender es a tener orden personal, que es muy difícil. Los niños en esencia son ególatras, ven el mundo a través de ellos y la educación ha de tener una parte de corrección, de represión de las tendencias naturales. Cuando un niño comete una incorrección, hay que poner los medios para que no vuelva a cometerla. Hay que educar la voluntad; socializar a los niños en el sentido de que existen unas normas para que funcione la sociedad. En España tenemos una tradición del “pendulazo”, pasamos de un autoritarismo tremendo a la permisividad absoluta. En todo caso, en este colegio no ha habido ningún caso de indisciplina. No creo que haya cambiado tanto en estos años, quizá sí que vienen niños más superprotegidos, lo que les lleva a creer que pueden hacer de todo, pero para corregir eso está el colegio con las familias, con las que hay consenso y muy buena relación.
Están desarrollando en su colegio el “Programa de Altas Capacidades”, ¿en qué consiste?
Es un proyecto impulsado por la Consejería de Educación de la CAM que iniciamos el año pasado esperamos continuar este curso. Por un lado está el Programa de Altas Capacidades, que es un trabajo en equipo de los maestros con unos ponentes, en el que se les hace unas pruebas a los niños para detectar en ellos habilidades. En combinación con este programa, la Consejería de Familia está haciendo unos talleres, nosotros participamos en tres el año pasado: uno de arquitectura en la Escuela de Arquitectura, un taller de poesía en el Instituto Cervantes y otro de Teatro. Este año está previsto una visita al estudio de diseño de Ágatha Ruiz de la Prada.
¿Se liberaría usted de la enseñanza para dedicarse sólo a su cargo de director?
No. Mi vocación es la enseñanza. Doy ciencias sociales a los niños mayores porque quiero conocer a todos los niños que pasan por el colegio. Aquí no sólo conocemos a todos los niños, también a sus familias.
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