Las obras tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y un presupuesto de 250.000 euros cofinanciados por el Ayuntamiento y los Fondos FEDER. Los trabajos van a consistir en la eliminación de barreras arquitectónicas, incluyendo nuevos camerinos y aseos, así como la creación de un camerino adaptado a pie de escenario y la construcción de un ascensor que, dadas las características del edificio, se tiene que construir en el exterior del inmueble, lo que ha obligado a pedir “todo tipo de permisos”, explicaba durante la visita Mariola Vargas, ya que el edificio de la Casa de Cultura está protegido.
“El edificio se había quedado obsoleto y necesitaba una reforma de estas características para impulsar la inclusión social de las personas con discapacidad”, ha indicado Vargas.
La eliminación de barreras va a permitir, además, aseguraba el concejal de Cultura, José Colmenero, diseñar una programación plenamente inclusiva y permitir a los ciudadanos, independientemente de sus capacidades, moverse con libertad por las instalaciones. “Es una buenísima noticia que comiencen estas obras”, ha destacado el edil.
Estos trabajos se unen a la instalación de tres salvaescaleras y a la reforma de aulas que se realizó en el edificio aprovechando la ausencia de actividades durante la pandemia.