Desde el Ejecutivo aseguran que las cuentas “blindan el gasto social y reflejan una planificación orientada a la mejora real del municipio, un presupuesto serio, equilibrado y viable”. La cifra supera los 14 millones de euros, una cantidad superior a ocasiones anteriores, “que se ha alcanzado no mediante subida de impuestos, sino a través de nuevas altas y regularizaciones, además de mediante la incorporación de 270.000 euros por intereses bancarios, resultado de una gestión activa de la Tesorería municipal”, explican.
Para este 2025 “se refuerzan convenios sociales, educativos y territoriales, se mantienen las bonificaciones fiscales vigentes para familias numerosas, personas vulnerables y actividades de interés cultural, deportivo o social y se garantiza la continuidad del apoyo al tejido asociativo del municipio”, señalan desde el Gobierno municipal.
La partida más amplia de estos presupuestos es la correspondiente a Gastos de personal con una cantidad 5.682.849,15 euros, seguida por la destinada al mantenimiento de servicios públicos esenciales (limpieza, residuos, alumbrado, instalaciones, contratos culturales y deportivos) que asciende a 5.834.694,09 euros. En cuanto a las inversiones, se contemplan 350.000 euros destinados a las mejoras urbanas, equipamientos públicos y al mantenimiento de espacios municipales. También se incorpora la tasa por tratamiento de residuos, “una tasa que responde a una obligación legal y que en la localidad se ha diseñado con el objetivo de evitar incrementos inasequibles”.
El alcalde de la localidad, Juan Rodríguez-Fernández Alfaro, ha querido agradecer la labor y el esfuerzo técnico “de todos los departamentos implicados y especialmente el trabajo del personal de Intervención, Tesorería, Recaudación, Rentas y Secretaría, así como la implicación de todos los concejales del equipo de Gobierno”.
Por su parte, José Francisco Iglesias, concejal de Hacienda, ha asegurado que se trata de un presupuesto que “ha sido elaborado desde la responsabilidad, con criterios de sostenibilidad, equilibrio y utilidad pública. Se trata de un presupuesto que no promete titulares, sino soluciones, y que responde a las necesidades reales del municipio sin recurrir al endeudamiento. No se limita a cuadrar números, sino a garantizar estabilidad, proteger servicios y responder con hechos a lo que los vecinos necesitan”.