Esa denuncia se produjo en agosto de 2024. Los agentes comprobaron que, tanto en la vivienda denunciada como en la colindante había un fuerte olor a marihuana y se podía escuchar desde el exterior el ruido de varios motores, posiblemente de aire acondicionado.
También observaron cómo varias furgonetas de alquiler y diferentes vehículos se desplazaban de unas viviendas a otras con el propósito de suministrar los productos de abastecimiento a las diferentes plantaciones, así como la compra asidua de material de cultivo en un ‘Grow Shop’, establecimiento dedicado al asesoramiento y venta de productos para el cultivo de cannabis.
Otro indicio fueron las inspecciones con la compañía eléctrica que permitieron corroborar la existencia de un enganche ilegal a la red, con un consumo por encima de la media de una vivienda tipo.
Tras las investigaciones llevadas a cabo por los agentes, se ha logrado constatar que este grupo criminal mantenía seis viviendas, cuatro en la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, una en Marugán (Segovia) y otra en El Casar (Guadalajara) donde se realizaban las labores de cultivo de la marihuana.
Todas las viviendas eran unifamiliares, perfectamente adaptadas para poder cultivar un gran volumen de plantas y estaban vigiladas permanentemente por personal del grupo criminal, que habitaba en las mismas viviendas. Se realizaron ocho registros donde se han logrado intervenir un total de 9.866 plantas de marihuana, 15 kilogramos de marihuana envasada, 3 cajas de picadura de marihuana, un vehículo, así como 60.110 euros en metálico.
A los diez detenidos se les ha imputado un supuesto delito contra la salud pública por el cultivo de sustancia estupefaciente, un delito por defraudación de fluido eléctrico y otro por pertenencia a grupo criminal.