A petición vecinal, durante los últimos cinco días el dispositivo ha estado ubicado en la calle Piamonte, donde los datos recogidos revelan que la velocidad media de los vehículos en esta vía es de 32 kilómetros por hora, mientras que el 85 por ciento de los conductores alcanza los 40 kilómetros hora, lo que supera la velocidad permitida en la vía. “Esta situación resulta especialmente delicada al tratarse de un área escolar con un alto tránsito de familias y niños.”, explican desde el Ayuntamiento.
Ante estos resultados, la Concejalía de Seguridad ha decidido instalar resaltos reductores de velocidad en esta calle para garantizar una mayor seguridad para peatones y conductores. Además, el aforador continuará su recorrido por distintos puntos del municipio para seguir analizando el tráfico y detectar posibles incidencias que requieran intervención. Precisamente, estos días se ubica ya en la calle Azequia de la Navata y próximamente lo hará en la calle Escuelas.
Desde el Ayuntamiento, se ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los conductores para que respeten los límites de velocidad, especialmente en zonas de especial protección para peatones.