Desde que comenzó la legislatura y se mejoró el contrato de limpieza se ha invertido una partida importante en estos trabajos de eliminación de grafitis. Un trabajo que supone dedicar medios materiales y humanos a la labor manual de eliminar, una a una, cada pintada que aparece en fachadas o mobiliario urbano. Recordemos que los operarios deben extender manualmente una imprimación de disolvente en cada pintada y luego utilizar agua a presión para lograr su retirada.
Para la concejal del área, Paloma Lorenzo “la limpieza de grafitis ha sido una prioridad para dar un lavado de imagen a nuestro pueblo. Hemos alcanzado la cifra de 7.000 grafitis eliminados, pero seguimos trabajando en ello porque lamentablemente quedan algunos incívicos que siguen dejando grafitis en las calles de Galapagar por lo que recordamos que realizar pintadas en la vía pública puede suponer sanciones de hasta 3.000 euros”.