El objetivo de la Comisión de Vigilancia a la Contratación es controlar la actividad contractual de la Administración municipal. Su actividad, denuncian desde Vox, “se ha visto mermada tras las modificaciones introducidas por el Equipo de Gobierno al reducir su periodicidad y el cambio de su funcionamiento”.
“Tras la primera modificación de nuestro Reglamento Orgánico por parte del Gobierno Popular nada más lograr su mayoría absoluta, la periodicidad de las sesiones de esta Comisión pasó de mensual a semestral y de poder revisar 44 contratos al año a solo 6”, explica la concejal Elena Garachana
Para la edil, “no solo tiene un impacto negativo en la transparencia municipal, sino que dificulta la posibilidad de controlar los principios de publicidad, libre concurrencia, objetividad, transparencia y eficacia básicos en la contratación pública”
“Además, a estas sesiones no asisten los responsables de las contrataciones ni los concejales del área correspondiente. Esta ausencia limita la capacidad de la Comisión para obtener información actualizada y detallada sobre los procedimientos de contratación, por lo que tampoco hay fiscalización”, añade la edil.
Desde la formación se afirma que “lograr que los mecanismos de supervisión funcionen correctamente no es una cuestión partidista. Es responsabilidad de todos más allá de nuestras diferencias políticas y debemos actuar con la máxima diligencia para garantizar que el Ayuntamiento de Las Rozas sea un ejemplo de transparencia y buena gestión”, concluye Elena Garachana.