Es, ha dicho el alcalde de la localidad, Santiago Villena, “una gran noticia para nuestro pueblo”, quien ha reconocido “el orgullo” de ver reconocida como BIC “esta auténtica joya de nuestro patrimonio histórico y arquitectónico, que, además, ha sido y es escenario de muchos momentos importantes y especialmente emotivos en las vidas de todas las generaciones de valdemorillenses”.
La iglesia es un templo de arquitectura tardogótica castellana, una de las iglesias mejor conservadas de la región. Su cabecera se atribuye a Juan Campero El Viejo, uno de los maestros de la escuela abulense. Reconstruida en 1548, las obras se prolongaron durante el reinado de Felipe II. En su interior, junto a la entrada principal, cuenta con una capilla bautismal con una pila del siglo XVII.