Galapagar ha rendido homenaje a Rafael Crespo, un vecino muy querido en la localidad, entregando a su familia el título que le distingue, de forma póstuma, como Hijo Predilecto de Galapagar. Se recuerda así a quien fuera Hermano Mayor de la Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de las Mercedes, la asociación religiosa más antigua de la localidad, miembro directivo de la Asociación V Centenario, y uno de los impulsores de la celebración de la Romería en honor a Nuestra Señora de los Desamparados.
Aunque la distinción se aprobó el pasado 28 de septiembre, el Gobierno municipal decidió hacer el homenaje el jueves de Corpus Christi, ya que era una fecha especialmente importante para él. “Estaba marcada en el corazón de Rafa y por eso celebramos hoy todo el amor que le tenemos y toda la devoción que le debemos”, recalcó la alcaldesa, Carla Greciano.
En su discurso, la regidora afirmó durante el homenaje que “en estos tiempos que vivimos de egoísmos y guerras, personas como Rafa son más necesarias que nunca; personas de paz que de forma generosa dan su vida por los demás. Que un niño pregunte dentro de unos años quién era Rafael Crespo Fragua, significará que quien le responda podrá poner delante de sus ojos el ejemplo perfecto de un buen hijo, que sacrificó sus deseos personales por ayudarnos a todos, que sacrificó tiempo con su familia por agasajarnos a todos, que dejó huella y por eso le debemos tanto”.
Rafael Crespo se encargaba cada año de la celebración de la tradicional comida para los mayores, y desarrolló el Belén Viviente de Galapagar. También le debe la localidad la exposición y aula etnográfica del V Centenario de Galapagar como Villa. Durante muchos años se encargó de montar el Belén del Ayuntamiento de Galapagar, cedió las gafas de Jacinto Benavente para la exposición en honor al primer centenario de su nacimiento, colaboró en la confección de la Semana Santa galapagueña y de las Fiestas Patronales en honor al Santísimo Cristo de las Mercedes.
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