Las podas del arbolado urbano, que se realiza con la llegada del invierno, es una práctica, aseguran desde el Ayuntamiento, que tiene su origen en la Edad Media, en las plantaciones de frutales en los monasterios, y que “no tiene sentido en nuestros pueblos y ciudades”. De ahí que se haya adoptado esta decisión.
“Los árboles de las calles son un patrimonio muy importante gracias a la sombra y el frescor que proporcionan en verano, bajando la temperatura unos grados. Además, controlan la subida de la contaminación ambiental aportando oxígeno y secuestrando CO2, favorecen la salud mental y disminuyen la evaporación del agua, entre otros muchos beneficios”, aseguran.
En la web del Ayuntamiento de Moralzarzal se puede encontrar un catálogo interactivo del arbolado urbano de la localidad en el que están recogidos todos los ejemplares que hay en las calles, dentro de un mapa.