En total, han explicado en un comunicado desde la entidad, se instalarán unos 5,2 kilómetros de vallado en diferentes tramos de este trayecto por el que discurren las líneas C-3A, C7, C-8 y C-10 de Cercanías de Madrid. La operación cuenta con una inversión de 1,7 millones de euros y un plazo de ejecución cuatro meses.
“Con estas actuaciones, que forman parte del Plan de Cercanías de Madrid, se incrementarán las condiciones de seguridad en estaciones de viajeros y otros entornos, tanto para los ciudadanos como para las circulaciones ferroviarias”, explican desde Adif, que quiere con esta actuación disuadir de intrusiones y tránsitos indebidos por las vías.