Un acto multitudinario, en torno a la estatua de Paquito ubicada en el centro del municipio y el Museo del Esquí de la localidad, a la que asistió entre otras personalidades, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien recordó en su discurso a “dos madrileños únicos e insustituibles que han llevado el nombre de España a la cima del deporte”.
“Nos gustaría que este legado llegue a todos y, sobre todo, a las nuevas generaciones para que les inspiren porque son escuelas de valores que les hacen más fuertes y conquistar todas sus metas”, aseguró la presidenta regional.
Su legado, señaló Díaz Ayuso, “nos recuerda que todo con esfuerzo se conquista en la vida” y “que lo que más cuesta luego al final siempre es lo que más se valora”. “Todos los obstáculos se pueden sortear y cuando esto sucede todo merece la pena. Por eso, creo mucho en la resistencia, la confianza, y en el no tener miedo al miedo”. Díaz Ayuso aprovechó la ocasión para volver a mostrar su rechazo al cierre de las pistas de esquí del Puerto de Navacerrada, donde ambos deportistas entrenaron y se convirtieron en “leyendas”.
Paco Fernández Ochoa consiguió en Sapporo 1972 el primer oro olímpico para un deportista español, tanto en unos Juegos Olímpicos de verano como de invierno, y 20 años después, su hermana Blanca, en Albertville 1992 obtuvo la primera medalla olímpica femenina para España, un bronce en la misma modalidad, esquí alpino.
Además del acto institucional, para conmemorar ambas gestas se han organizado dos torneos en Navacerrada, celebrados el pasado fin de semana, en los que ha colaborado la Comunidad de Madrid.